Descripción:

Este libro nos propone volver a una cuestión fundamental de la práctica del psicoanálisis con niños: el juego.
Con una exposición rigurosa y precisa, la autora retoma el carácter problemático del juego –en la medida en que cada psicoanalista se hace una versión del mismo según su propia forma de intervenir– y lo conceptualiza como dispositivo clínico.
En la revisión de los diversos elementos que lo componen (la simbolización, el acto, las reglas y los límites, el placer, etc.) se consigue un esclarecimiento cuyo acierto más logrado radica en prescindir de una definición anticipada (y parcial) para dar lugar a la descripción de una forma de experiencia constitutiva del sujeto.
De este modo, los resultados de esta elucidación sirven no sólo al psicoanalista concernido en su práctica, sino a profesionales (psicopedagogos, musicoterapeutas, etc.) y docentes de ámbitos diversos.
He aquí, entonces, un libro que desafía al lector, que le pide que deje a un lado los conocimientos ya sabidos para que sea la experiencia lúdica la que hable por sí misma. En definitiva, un libro que invita al lector a que también se ponga en juego.

Luciano Lutereau

Un Psicoanálisis jugado. MARCELA ALTSCHUL

$16.000,00
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Este libro nos propone volver a una cuestión fundamental de la práctica del psicoanálisis con niños: el juego.
Con una exposición rigurosa y precisa, la autora retoma el carácter problemático del juego –en la medida en que cada psicoanalista se hace una versión del mismo según su propia forma de intervenir– y lo conceptualiza como dispositivo clínico.
En la revisión de los diversos elementos que lo componen (la simbolización, el acto, las reglas y los límites, el placer, etc.) se consigue un esclarecimiento cuyo acierto más logrado radica en prescindir de una definición anticipada (y parcial) para dar lugar a la descripción de una forma de experiencia constitutiva del sujeto.
De este modo, los resultados de esta elucidación sirven no sólo al psicoanalista concernido en su práctica, sino a profesionales (psicopedagogos, musicoterapeutas, etc.) y docentes de ámbitos diversos.
He aquí, entonces, un libro que desafía al lector, que le pide que deje a un lado los conocimientos ya sabidos para que sea la experiencia lúdica la que hable por sí misma. En definitiva, un libro que invita al lector a que también se ponga en juego.

Luciano Lutereau