Descripción

Escrita con una sinceridad bella, aunque a veces cruda, Mi educación sentimental evoca el diálogo interno que uno tendría consigo mismo en torno a las fantasías eróticas de la vida cotidiana.

“Pedazos dispersos de un Bildungsroman (novela de aprendizaje) fragmentario, inacabado y tardío”. Postales de experiencias amorosas, de recuerdos de infancia o juventud, no integradas, suspendidas entre dos duelos: el de un amor de adultez, que quedó trunco, y el de su madre, quien murió sola mientras el protagonista no pudo, por voluntad “propia”, ir a despedirla.

De ahí se entiende el título, con guiño a Flaubert, de Mi educación sentimental. Parece aludir al modo en que varios de nosotros construimos, con los trozos de nuestra historia, una lectura de nuestra propia posición en el mundo, desde la cual poder hacer algo y vivir lo mejor posible.

Los recuerdos de Hernán (el amor trunco) y el viaje que hicieron juntos a la Patagonia inundan su mente justo en el momento donde se encuentra, el protagonista, visitando su casa de infancia en Asunción para desmantelarla y venderla; preparándose para despedir de una vez por todas de ese pedazo de vida.

La pregunta de por qué se atraviesan los fragmentos de su historia con Hernán, cuando debería estar ocupándose del duelo por su hogar de infancia y madre, es el hilo que atraviesa toda la novela…

Matías Tavil

Mi educación sentimental. Jorge N. Reitter

$15.000,00
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Escrita con una sinceridad bella, aunque a veces cruda, Mi educación sentimental evoca el diálogo interno que uno tendría consigo mismo en torno a las fantasías eróticas de la vida cotidiana.

“Pedazos dispersos de un Bildungsroman (novela de aprendizaje) fragmentario, inacabado y tardío”. Postales de experiencias amorosas, de recuerdos de infancia o juventud, no integradas, suspendidas entre dos duelos: el de un amor de adultez, que quedó trunco, y el de su madre, quien murió sola mientras el protagonista no pudo, por voluntad “propia”, ir a despedirla.

De ahí se entiende el título, con guiño a Flaubert, de Mi educación sentimental. Parece aludir al modo en que varios de nosotros construimos, con los trozos de nuestra historia, una lectura de nuestra propia posición en el mundo, desde la cual poder hacer algo y vivir lo mejor posible.

Los recuerdos de Hernán (el amor trunco) y el viaje que hicieron juntos a la Patagonia inundan su mente justo en el momento donde se encuentra, el protagonista, visitando su casa de infancia en Asunción para desmantelarla y venderla; preparándose para despedir de una vez por todas de ese pedazo de vida.

La pregunta de por qué se atraviesan los fragmentos de su historia con Hernán, cuando debería estar ocupándose del duelo por su hogar de infancia y madre, es el hilo que atraviesa toda la novela…

Matías Tavil