Descripcion:

Esta investigación no se desorienta, aun si anudar el vacío medio oriental con la experiencia analítica le exige arduos recorridos. Los textos de Lacan, “lector de Oriente”, son transitados infatigablemente.

¿Qué fue a buscar Lacan en Oriente?

Florentina Gamarra es clara, y acierta: pese al lugar principal de Oriente en la interrogación lacaniana, entre nosotros, sus lectores, “los principales exponentes de la filosofía oriental han sido de los menos estudiados”. Es así. No es sin causa. Oriente nos es ajeno. El imaginario del sentido nos atrapa en el binarismo: bueno-malo, hombre-mujer, verdadero-falso, ser-no ser.

El ser hablante no tiene mundo que no sea reflejo del espacio sensible de un cuerpo del que nada sabe. Algo más; Lacan dijo: “si hablara otra lengua diría otra cosa”. Hablamos otra lengua, castellana y mestiza, cruzada en el siglo xvi con las de tribus e imperios, animada de mil resonancias para hablar de amor, cantarle al amor, declarar sus desventuras, llorar los desengaños.

Lacan, lector de oriente. Escrituras del vacío. Florentina Gamarra

$27.000,00
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Esta investigación no se desorienta, aun si anudar el vacío medio oriental con la experiencia analítica le exige arduos recorridos. Los textos de Lacan, “lector de Oriente”, son transitados infatigablemente.

¿Qué fue a buscar Lacan en Oriente?

Florentina Gamarra es clara, y acierta: pese al lugar principal de Oriente en la interrogación lacaniana, entre nosotros, sus lectores, “los principales exponentes de la filosofía oriental han sido de los menos estudiados”. Es así. No es sin causa. Oriente nos es ajeno. El imaginario del sentido nos atrapa en el binarismo: bueno-malo, hombre-mujer, verdadero-falso, ser-no ser.

El ser hablante no tiene mundo que no sea reflejo del espacio sensible de un cuerpo del que nada sabe. Algo más; Lacan dijo: “si hablara otra lengua diría otra cosa”. Hablamos otra lengua, castellana y mestiza, cruzada en el siglo xvi con las de tribus e imperios, animada de mil resonancias para hablar de amor, cantarle al amor, declarar sus desventuras, llorar los desengaños.